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L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias
El 18 de abril de 1803, el Consulado de Comerciantes de Veracruz inició los trabajos de modernización del Camino Real Viejo que, por el rumbo de La Antigua, se seguía desde 1519 para subir hasta la Ciudad de México. Así como la apertura del camino real Nuevo que, por la región de Paso de Ovejas, garantizaría pasar una región más seca en época de lluvias y en La Ventilla (Puente Nacional), se uniría a la ruta anterior hasta llegar a Perote; donde se enlazaría con la ruta de Puebla.
Ese día, dos grupos de trabajadores partieron desde Plan del Río para componer las calzadas y abrir nuevos tramos en los bosques y selvas bajas: uno se dirigió hacia la ciudad amurallada de Veracruz y otro hacia la villa de Xalapa, teniendo como meta unir el camino reparado con las obras que años antes el ayuntamiento xalapaño había realizado en Las Ánimas.
Parte de los trabajos que el Consulado de Veracruz desarrolló, fue construir 11 grandes puentes para el cruce del gran río La Antigua y los grandes arroyos menores, afluentes de este río y del de Actopan. Pero también hubo que reparar cuatro puentes de mampostería de piedra que habían sido edificados en el siglo anterior: los dos de Plan del Río que databan de 1758, el del río del Lencero de 1760 y el de Las Ánimas, levantado en la década de 1790 al sur de Xalapa.
Este último puente, de un solo arco de pequeñas dimensiones -si se le compara con los otros- se ubicaba sobre el río de fuerte corriente conocido como Santiago o río de Las Ánimas. Esta vía de agua se alimentaba de los arroyos Tatahuicapa y Tenerías, que tenían su origen en el manantial de Techacapan y en la zona de los Berros. Conforme se extendió la mancha urbana y construcciones de Xalapa, recibió más aportes de otras fuentes de agua, así como basura y elementos contaminantes hasta convertirse en un arroyo de aguas residuales.
En el siglo XX, la calzada del camino real de Veracruz a México quedó sepultada bajo la carpeta asfáltica de la carretera federal 140 y el puente fue estrechado por los trabajos de ampliación que construyeron el carril de Xalapa a Veracruz. Con ello, quedó totalmente sepultado, fuera de la vista de los habitantes y solo visible si se entra directamente por el lecho del río por el estrecho túnel por donde corren las aguas.
LA RELOCALIZACIÓN
En 2015 el autor de esta publicación terminó de ubicar y medir los puentes del camino real desde Veracruz hasta Perote, como parte de su proyecto de investigación histórica. Pero en la lista de puentes estaba pendiente el de Las Ánimas. Por ello contactó vía Facebook con el historiador xalapeño Paulo César López Romero, quien respondió:
«Estimado. El entorno del puente ha sido tan modificado que no sabría decirte si aún existe. Podría estar «enterrado», sirviendo para estructura hidráulica. O totalmente derrumbado. El puente en cuestión debería estar debajo de un puente peatonal entre la estancia Garnica y la esquina de la calle de acceso al fraccionamiento de «las animas». Una exploración al cauce del río que forma el lago del Fracc. daría la respuesta definitiva.»
En uno de sus continuos viajes a Xalapa, avisó a su amigo el técnico dental José Humberto Rodríguez, buen conocedor de la ciudad y sus parajes. Y por la tarde del sábado 17 de mayo de 2015, bajaron al arroyo y se pudo localizar el arco de piedra gracias a que el flash de la cámara del Lic. Mario Gaspar tenia la suficiente potencia para iluminar y captar la estructura desde los 13.20 metros que le separan desde la boca del túnel. Sin embargo, el arroyo tenía suficiente agua para impedir la entrada sin equipo adecuado.
En los meses siguientes de 2015 y 2016 regresaron en varias ocasiones con el historiador Paulo César López Romero, el comunicólogo Francisco Marín de Hoyos y el historiador Gustavo Ramos, pero el nivel del agua y la corriente no permitieron aproximarse al arco del puente. Mismo que fue retratado muchas veces y dado a conocer en las redes sociales, no como un hallazgo sino como una aportación más a la historia de Xalapa y del camino real.
El 5 de julio de 2020 el Lic. Mario Gaspar conoció al licenciado en turismo Oscar Ortega Gómez durante una excursión por un tramo de la Ruta de Cortés entre Plan del Río y Cerro Gordo. Enterado del trabajo que realizaba, el Lic. Oscar Ortega generosamente ofreció su apoyo con una balsa y el equipo de navegación necesario para ingresar al túnel.
En los años anteriores se habían hecho gestiones con diversas personas y organizaciones pero todas quedaron sin respuesta o en la inacción.
EXPLORACIÓN Y ESTUDIO
El sábado 4 de diciembre de 2021 partió desde la ciudad de Perote la expedición documental CAMINO REAL 2021: DE PEROTE A XALAPA, LA ANTIGUA Y VERACRUZ, que fue organizada, dirigida y guiada por el Lic. Mario Gaspar, con la participación de sus compañeros del equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México (EXESCR). Siguiendo el itinerario trazado, debían caminar 243 kilómetros entre el 4 y 21 de diciembre, siguiendo lo más fielmente posible el sendero del camino real, teniendo varias exploraciones a realizar en las semanas de viaje, para las cuales se equiparon adecuadamente.
El jueves 9 de diciembre, se hizo el tramo desde la Catedral Metropolitana de Xalapa hasta el puente peatonal de Las Trancas, pasando por Las Ánimas. Avisados previamente de que se iba a realizar la exploración más importante de esta expedición, la fotógrafa Ana María Andrade Rodríguez y el Lic. Mario Gaspar -los dos expedicionarios que estaban realizando el viaje completo- fueron acompañados por el biólogo Alejandro López Atilano y el L.A.E. Helio Castro González hasta que cerca de las 12:00 PM llegaron al paraje donde está sepultado el puente de Las Ánimas.
Ahí les esperaba ya el Lic. Oscar Gómez con una balsa y remos, entre otros equipos. Más tarde, se les unió la comunicóloga y entonces directora de turismo del municipio de Jilotepec, Lic. Abigail Landa López.
Antes de que llegaran, ya se había revisado el lecho del río, y a pesar que había llovido algo en esos días y estaba por entrar un frente frío desde la costa de Veracruz, el nivel del agua estaba al mínimo y adentro del túnel casi seco el suelo. Esto facilitó enormemente las actividades y no hubo necesidad de utilizar la balsa, que había sido autorizada por el señor Mauricio Morales Contel de la empresa Expediciones México Verde, para apoyar al éxito de esta expedición.
Después de revisar el equipo, guardar las mochilas en el automóvil del Lic. Oscar Ortega y preparar los cascos con linternas frontales, se preparó el descenso abriendo un sendero cortado a machete y se apuntaló con troncos la arena suelta en la entrada del pasadizo. Comprobado esto, hizo el descenso e ingreso de los 6 exploradores al túnel. Después de examinar el arco del viejo puente, cuya antigüedad ya ronda los 230 años, decidieron adentrarse en el túnel que hace una curva inmediatamente después del puente.
Así, se adentraron en una larga galería artificial bastante alta que permitía caminar con mucha libertad. La arena casi seca del lecho del río no presentaba obstáculos para el avance. Se encontró un ducto lateral en el muro izquierdo y en el borde superior una pequeña abertura por donde entraba la luz del día. Después todo fue oscuridad y un enfriamiento en la temperatura debido a la humedad circundante.
No se encontró ninguna criatura viva ni obstáculos importantes, salvo algunos charcos grandes producidos por algunas goteras. Hasta que se llegó a una gran curva marcada por un grueso arrecife de piedras en el lecho del río y el túnel va perdiendo su aspecto artificial para convertirse en una especie de gran caverna con marcado goteo de agua desde el techo. Alejandro Atilano se aventuró más adelante y comprobó que no era el final del túnel, pues este prosigue mucho más allá.
Se marcó aquí el límite del reconocimiento y se regresó sin problemas hasta el arco del puente. Mismo que fue medido y fotografiado al detalle por los exploradores. El Lic. Mario Gaspar registró todos los datos necesarios en su libreta de campo y dedicó minutos a hacer un registro fotográfico detallado de cada parte de esta estructura del siglo XVIII, a la que por fin había conseguido llegar después de una paciente espera de 78 meses (2.399 días).
Las estructuras masivas encima del techo del túnel no solo bloquearon la señal de los teléfonos celulares, sino que hicieron imposible utilizar el sistema GPS para geoposicionar el punto del arrecife y así calcular la distancia recorrida dentro del túnel. Sin embargo, se aplicó un contador de pasos y así fue posible calcular un avance aproximado de 330 metros.
Terminada la actividad con éxito total, se procedió a convivir un tiempo, comer y beber algo, comentar las peripecias del día, agradecer las participaciones y aportaciones, tomar las fotos en grupo y mandar un mensaje de audio al señor Morales Contel, agradeciendo su apoyo y por haber autorizado que Oscar Ortega nos acompañase ese día con el equipo de navegación.
A las 2:30 PM, el grupo siguió su camino: Oscar Ortega regresando a Jalcomulco con la balsa, Alejandro Atilano hacia Banderilla y los demás caminando hasta Las Trancas para cumplir la meta de avance prevista para el sexto día de la expedición CAMINO REAL 2021.
LOS RESULTADOS
Semanas después, los datos recabados por la expedición fueron procesados y analizados por el Lic. Mario Gaspar, quien extrapolando las mediciones a Google Earth y Google Maps, determinó que a partir de la entrada del túnel, a 13.20 metros adelante se localiza el puente de Las Ánimas y que este sostiene el carril vehicular que se dirige de Veracruz a Xalapa. Es decir, bajo esta vía está sepultada la calzada del antiguo camino real y mucho podría ayudar si el ayuntamiento de Xalapa o alguna institución, empresa o particular, colocara una placa en el sitio con datos y fotografías, señalando la presencia bajo tierra de este histórico puente, a fin de que su memoria en la población no se pierda.
La expedición CAMINO REAL 2021 avanzó en dirección noreste y pasó por debajo de la inmensa mole de Tiendas Chedraui las Ánimas, evidenciada por las enormes vigas metálicas que se colocaron para sostener fuertes techos de lamina metálica. Y se llegó posiblemente hasta donde el Paseo de las Palmas gira hacia el este, quedando aproximadamente a unos 40 metros de la orilla del lago occidental de Las Ánimas, a la izquierda de la avenida Araucarias.
En relación al puente de Las Ánimas, este presenta la típica estructura de los puentes novohispanos de los siglos XVIII y XIX: un arco de medio punto con dovelas o cuñas de piedra, la bóveda de cañón corrido se compone de hiladas de ladrillos y piedras volcánicas de la región. No posee las recias y enormes piedras labradas o cortadas en bloque, que tienen los impresionantes puentes construidos por el Consulado de Veracruz bajo la dirección del ingeniero militar Diego García Conde y el arquitecto José Antonio Rincón Calcáneo; quienes posiblemente trabajaron en la reparación de esta estructura.
Conserva la mayor parte de su último revestimiento, aunque es evidente que cuando el río alcanza su máximo crecimiento en época de lluvias o por las tormentas invernales, el caudal del agua a gran velocidad va deslavando la parte superior del arco dejando al descubierto las piedras componentes. En dimensiones y aspecto, es muy similar al puente de Río Medio, perteneciente al mismo camino real pero situado en las afueras de la ciudad de Veracruz, a 10 kilómetros de su Centro Histórico.
Es previsible que en 2022 se realicen otros estudios al puente sepultado de Las Ánimas, con mejor equipo y cuando las condiciones de crecida del río Santiago lo permitan. Siempre con el afán de aportar a la historia combinando el conocimiento teórico con la experiencia práctica, sin caer en el sensacionalismo y magnificar mitos que distorsionen la perspectiva de la investigación y sus resultados.