Mango Verde

Socorro Isabel Barrantes Zurita

Nace en Cajamarca el 5 de octubre de 1950. Sus padres fueron Augusto Barrantes Malca e Inocenta Zurita Cabrera. Tiene tres hijos, razón de su vida. Profesora rural. Ha contribuido en la lucha por los derechos de la mujer. Promotora social, cultural, conservación del medio ambiente.
Ha publicado algunos libros referidos a lo social y poemas, sobre su experiencia de trabajo con la Asociación Mujer Familia, con niños y niñas trabajadoras del hogar, los Derechos de la Mujer.
Su libro de poemas «Mujeres de Agua, Fuego, Tierra y Viento» habla de estas experiencias. Viene impulsando con esta Asociación, la Casa de la Memoria de la Mujer en Cajamarca, cuyo objetivo es conocer, difundir la participación de la mujer en el desarrollo integral de esta región. En su trabajo de promoción cultural, vienen emprendiendo acciones en la defensa del patrimonio, la literatura, la historia de su pueblo. Su última publicación «Morir en Cajamarca», es una visión subjetiva del ultimo Inca del Perú quien murió en Cajamarca.

3 DE ENERO: CELEBRACIÓN, FIESTA Y OLVIDO

Por: Por Socorro Isabel Barrantes Zurita Suenan los clarines de libertad y, sin embargo, el pecho de la tierra, atormentado en la juntura de sus ríos y quebradas, llora y calla.  El señor alcalde ha decretado gran bacanal en la Plaza de la Conquista, una oportunidad para los y las emprendedoras para vender sus ofertas al paso.  La gente del pueblo está contenta, escucha, mira, ríe, baila, se emborracha, y olvida que mañana es otro día de guardar silencio, sin tener satisfechas sus necesidades básicas:  El agua cada día se va más temprano; se soluciona llenando tanques uno, dos tres, en las alturas; y dentro de la tierra, afeando la ciudad histórica, los que pueden hacerlo aun sin permiso; pero «PROTEGE NUSTRA ZONA MONUMENTAL. PRINCIPAL ELEMENTO DE IDENDTIDAD DE NUESTRA CIUDAD», aunque las Iglesias se partan de mojadas, aunque las casas patrimoniales se queden sólo en fachada mal cuidada; por dentro hay que sacar la vuelta, construyendo sin aviso, dejando que el cemento eche por tierra las escasas viviendas de adobe, que si darían identidad, que las callecitas peatonales se borran al gusto del cliente; que las viviendas no tengan un orden, una orientación adecuada para su construcción y viabilidad. Los alcaldes vecinales y de centros poblados también están de acuerdo con echar abajo las casitas de barro y teja para que el cemento haga de las suyas las más feas casas, que van borrando nuestra identidad; permitiendo que el agua se desperdicie, sin una planificación de almacenamiento y buen manejo; que las portadas virreinales y republicanas den paso a las de fierro para los grandes negocios en plano centro histórico, y los negocitos de las gentes humildes, que sí están permitidos para celebrar el 3 de enero, fiestas patrias y carnavales, son perseguidos todo el año por los policías municipales, y no se generan fuentes de verdadero trabajo digno y emprendedor de un justo y viable desarrollo. Suenan los clarines de libertad, sin embargo, la educación, la salud, la vivienda, la viabilidad, la seguridad ciudadana, el empleo, están tirados en el suelo, bebiendo la nostalgia del 3 de enero, borrachas de pobreza, de injusticia, de olvido, de corrupción. Para la cultura «no hay plata». De eso que se encarguen los artistas con su miserable peculio, con sus ganas de hacer arte, con su limosneo a cuestas. Ahí que se las vean para publicar sus libros, pinturas, teatro, danzas. Tenemos valores artísticos como Carlos Vergara, Noemí López, Shalo Villanueva, Daniel Cotrina, Julia Camacho, Ramón Bazán, Luzmán Salas, entre otros tantos; notables escritores de provincias, que mendigaron un encuentro que entre región y municipalidad llegaba a tan solo diez mil soles, para cubrir todos los gastos. Rotundamente recibimos la consigna «no hay plata». No pocos artistas varones y mujeres merecen becas oportunas, nos dan identidad y prestigio. La obra de Amalia Puga, Andrés Zevallos, Víctor Campos, Renato Chávarri, danzas y arte de Celendín, Cajabamba, San Miguel, Contumazá, San Pablo y de todas las provincias, vienen esperando la oportunidad de ver la luz, pero «no hay plata». ¿Dónde está el poder de gestión, los lobbys, para hacer milagros con una verdadera postura de querer la libertad auténtica para esta tierra que es una de las regiones más pobres, teniendo todo para ser una región libre y tan importante como el Cusco, Arequipa, Lima? Sencillamente, porque nuestras autoridades nos contentan con música, canto, bacanal, de dos o tres días al año. Porque no se tiene en cuenta, qué es lo que daría un verdadero desarrollo.  A nosotros nos hace falta un TORIBIO CASANOVA, unos sanramoninos, estudiantes de verdad, de todos los colegios y universidades, que nos permitan conquistar nuestra auténtica libertad y desarrollo integral, humano, justo, sostenible, creador. PREGUNTO: ¿Cuánto se ha gastado en celebrar el 3 de enero del 2024?

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ADIÓS, POETA DEL ANDE

Por Socorro Isabel Barrantes Zurita SILENCIOSilencio…esta noche se hancallado las flores;el río no llora entrela piedras ni vuelan las mariposas que se posan en la enredadera…(Frag) LILIAN GOICOCHEA RÍOS La tristeza baja del Ande, cual neblina espesa, gimiendo los cerros. Baja la muerte envuelta en gasa negra, con rápidos pasos se adentra en el cuerpo… Va cayendo el silencio en toda esa existencia, en ese corazón que amó a su tierra como madre pródiga, quien le incitara a versar desde niña.  Cajabamba extiende las alas, besa su terso rostro; quisiera devolverle ese rosa tan bello que brotaba del alma. Cajabamba le llora todo el rocío de su valle y enreda sus cristales en su cabello de seda, en sus ojos verdes, en su trino alegre que alumbró su vida. Cajabamba, querencia total, a quien regresaba siempre, para tomar de  sus aguas, saborear la dulzura, el trigo de las caravanas, previo almuerzo con benditas cecinas. Le contaba notables alegrías y penas inmensas, que sólo ella sabía. La tierra de Cajabamba, su tierra madre, la recibe en su esencia, con honores merecidos, para que desde allí vuelva a germinar su verso florido, su canto agorero, su belleza, su voz, su calma. La toma en sus brazos, a los que ella volvió para el sueño eterno. NO podía descansar este sueño final, en otras entrañas que no sean las de Cajabamba. Su madre, que la trajo al mundo, no sabe que Lilian se fue a nuevos encuentros, con seres queridos en la eternidad.  Mas, presiente el peso de su larga pena, comprende que no volverá a cantar con ella; su Lilian bendita.  ¡Cómo es que se va  a ese otro mar que no deja ver el sol cada nueva mañana!  Fueron sus hijas que adormecieron con ternura su agonía, su angustia en aquellos días de agobio y dolor, dibujando largos e interminables días. Fue el recuerdo de su amado hijo que la vino a ver cada tardecita como un suave viento. Ellas guardan su legado, el patrimonio de inagotable poesía. Ellas con sabio cariño, fueron ofreciendo sus versos, para recordarnos que era una poeta, la que se estaba yendo, para no volver. La Agrupación de Escritoras Norteñas filial Cajamarca, velan ya su sueño final. Le agradecen su obstinado canto de infinitos versos que nos deja Lilian, para difundirlos entre niños, jóvenes, escritores y, aunque las autoridades culturales de Cajamarca ciudad, no hicieron, como casi nunca,  el homenaje necesario a  la grandeza de una genial artista, quien merece descansar en la gloria del Parnaso Literario; valoran y admiran que su Cajabamba si le rinda los honores merecidos. La tristeza baja por el Ande calmo,  llevando el aliento de su andina y amada  POETA

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