Mango Verde

Mario Jesús Gaspar Cobarruvias

Es originario de la ciudad de Veracruz, licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Veracruzana, y técnico en informática por CENESCO. Investigador independiente en historia, antiguas vías de comunicación y campos de batalla desde 2009. Ha sido profesor del área de Humanidades, historia, antropología, fotografía, diseño gráfico e informática en colegios y en la Universidad Empresarial en Veracruz, Boca del Río y Soledad de Doblado. Se especializa en historia universal y militar, el periodo de la conquista de los siglos XV y XVI, las guerras de los siglos VIII al XIX en Europa y América, así como en heráldica, numismática, armamento y artillería antiguos. También es conferencista de nivel estatal, diplomado en historia del arte prehispánico, virreinal y mexicano, paleografía virreinal, historia de Veracruz y Boca del Río, administración pública, gestión social, grabación de escenas, etc.
Desde 2019 es miembro del grupo ciudadano TOLOME UNIDO a cargo de asuntos históricos, coordinador estatal de cultura para el Estado de Veracruz para la Promotora Nacional de Economía Solidaria (PRONAES), director de Investigación, Análisis y Proyección Históricas para el Proyecto Ruta de Cortés perteneciente al Proyecto México del Consorcio Constructor de Empresas Mexicanas (CCEM), y fundador-director del equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México (EXESCR). También se desempeña como explorador, guía-senderista, asesor en recorridos históricos y organizador de expediciones documentales en el Camino Real de México a Veracruz y la Ruta de Cortés. Participa en diversos proyectos de preservación del patrimonio y rescate de memoria histórica. Ha sido galardonado dos veces con la medalla y el diploma de honor de la Institución de la Superación Ciudadana del H. Ayuntamiento de Veracruz y declarado «Hijo Adoptivo del Pueblo de Tolome», entre muchos otros reconocimientos y honores a su actividad profesional.

DE VERACRUZ A CÓRDOBA, SUMIDERO, ORIZABA, CIUDAD DE MÉXICO Y PASO DEL MACHO (PARTE 1 DE 3)

Por: L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias (Texto e imágenes) Después del éxito de la EXPEDICIÓN CIENTÍFICA CAMINO REAL 2024 en que el equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México (EXESCR) y algunos invitados, recorrieron bajo mi guía y dirección el tramo que cruza los municipios de Amatlán de los Reyes, Córdoba, Fortín, Ixtaczoquitlán y Orizaba entre el 20 y 25 de julio del presente año. Además de hacer trabajo especial en el pueblo de Sumidero el 19, y en Atoyac el 26 y 27; incluyendo 3 conferencias de LAS FORTIFICACIONES DEL CAMINO REAL DE VERACRUZ A MÉXICO POR LA RUTA DE CÓRDOBA Y ORIZABA que se realizaron con muy buen resultado en Sumidero, Cuautlapan y Atoyac, proseguimos con el programa de actividades trazado para este año en mi calidad de director del equipo EXESCR, y de actual presidente de la asociación cultural MÉXICO HISPANO/HÉROES DE CAVITE EN MÉXICO. De esta forma, solo tuve 10 días para medio descansar de esa expedición de 9 días fuera de Veracruz, procesar algunos datos de la expedición, hacer el trabajo de difusión en México y otros países, actualizar la conferencia de fortificaciones, realizar actividades con MÉXICO HISPANO, A. C. y PROFESIONALES POR MÉXICO, A.P.N. donde represento a las ciudades de Veracruz y Boca del Río, y organizar mi siguiente viaje fuera de Veracruz; ya que la parte más difícil de todo triunfo en batalla no es el inicio, sino mantenerlo vigente el mayor tiempo posible, para que no se agote enseguida por sí mismo. Diseñé un viaje de trabajo de 6 días, combinando las actividades de exploración y estudio en sincronía con impartir conferencias y apoyar a los miembros y amigos de los colectivos donde participo o están desarrollando actividades culturales y de preservación del patrimonio histórico. Después de 15 años dedicado a esto, sé que la aventura y el placer de viajar, conocer nuevos lugares, personas y comer cosas nuevas vienen implícitos, pues según mi propia naturaleza de Capricornio nacido bajo el ascendente de Libra, y la educación que me dieron mis señores padres, primero está el deber y después el placer. Aunque este último suele ser bastante subjetivo en su definición, y si uno trabaja en lo que gusta e incluso apasiona hacer, el deber se vuelve placentero y mucho más tolerable en sus dificultades. Para este viaje llevé a mantenimiento las botas de seguridad que hace 5 años me obsequiara mi buen amigo Juan José Fernández Segovia del pueblo de Tolome, que me gustan porque son exactamente de mi talla y porque ya están bien domadas por muchísimo kilometraje. Las restauraron completamente y les reforzaron las suelas, quedando casi como nuevas. Con ellas hice las dos Rutas de Cortés en 2019 y muchas otras expediciones, dándoles un descanso en 2023. En cuanto pueda iré a Xalapa o Naolinco a proveerme de un nuevo par de botas de caña alta para senderismo, ya que este año y el próximo serán de muchísima acción y caminar por todo tipo de terreno. Me enfundé en un overol negro que lleva en la espalda muy vistoso en amarillo dorado (mi color predilecto) el logo de EMGAS (Empresa Mexicana de Gas) y que adquirí para la expedición del camino real, pero que en último momento reemplacé por uno azul que me da mayor movilidad. Como en este viaje alternaría mucho más lo académico con el trabajo de campo, decidí llevármelo puesto y dejar en la maleta 2 overoles azules, aprovechando que viajaría con más capacidad. En mi pecho coloqué las insignias del equipo EXESCR, de HÉROES DE CAVITE y de MÉXICO HISPANO, que son, junto con PROFESIONALES POR MÉXICO, los tres colectivos donde tengo puesto de responsabilidad directa. DÍA 1. 7 DE AGOSTO Según mi costumbre de partir con tiempo suficiente por si hubiesen impedimentos graves que afrontar, partí de Veracruz a las 7:45 AM para arribar a la ciudad de Córdoba hacia las 9:30 AM, y enseguida, en taxi, viajar hasta el pueblo de Sumidero en el municipio de Ixtaczoquitlán y después arribaría a la ciudad de Orizaba para alojarme y pasar la noche. Uno de esos impedimentos fue que esta vez viajé con más carga de equipo: la ropa y documentos en la maleta móvil de viaje y el equipo de exploración e instrumental en mi mochila de ataque, junto con mi vara de caminante que ya cumplió 6 años y más de 1.000 kilómetros de recorrido a mi servicio. Mi maleta después de 14 años de servicio, finalmente venció sus materiales y perdió sus ruedas en el viaje a la terminal. No obstante, resolví reemplazarla en cuanto me fuera posible y, por ello, para no dañarla más arrastrándola por el pavimento, determiné usar taxis para moverme rápidamente hasta llegar a Orizaba. Después de un viaje tranquilo y con poco tráfico por la siempre problemática carretera federal entre Fortín y Sumidero, cruzando la barranca de Metlac, arribé al primer punto de mi viaje. Gracias a la buena comunicación y disposición de mi amigo Edgar Gallardo, quien dirige el grupo SUMIDERO MÁGICO, y del agente municipal Raúl Paz, ya tenía el permiso para ir a hacer las mediciones de uno de los dos fortines de traza arquitectónica octogonal que encontramos durante la pasada expedición del Camino Real. Se localiza en el centro del pueblo. Me decía Edgar que en el pueblo se sabe que anteriormente fue un fortín y cuartel militar durante la época del Porfiriato (1876-1911), y tienen una fotografía del mismo en el siglo XX, cuando la urbanización aún no lo rodeaba. Después fue escuela y ahora aloja la Clínica Rural del IMSS. Esta vez viajé solo, sin mi querida amiga Ana María Andrade Rodríguez, quien es la fotógrafa del equipo EXESCR y mi asistente en las diversas actividades que realizamos. Fue mi estudiante de fotografía en los diversos cursos TÉCNICA Y ARTE que impartí entre 2011 y 2015, y desde 2012 para ir agarrando experiencia como fotógrafa, me comenzó a acompañar en las innumerables misiones de exploración, estudio, conferencias,

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EXPEDICIÓN CIENTÍFICA CAMINO REAL 2024

Por: Mario Jesús Gaspar Cobarruvias El pasado viernes 19 de julio dio inicio la EXPEDICIÓN CIENTÍFICA CAMINO REAL 2024, haciendo trabajo documental y de catalogación del camino real de Veracruz a México en su tramo entre Peñuela y Orizaba. El 19 se hizo trabajo en el pueblo, y alrededores, del Sumidero en el municipio de Ixtaczoquitlán, impartiendo además con mucho éxito y con un público muy entusiasta, la conferencia LAS FORTIFICACIONES DEL CAMINO REAL DE VERACRUZ A MÉXICO POR LA RUTA DE CÓRDOBA Y ORIZABA. El 20 se hicieron las actividades correspondientes entre la estación ferroviaria de Peñuela, en el municipio de Amatlán de los Reyes, y en el parque municipal 21 de mayo en el de Córdoba. El equipo expedicionario de 4 personas lo integraron el Lic. Mario Gaspar (jefe y guía) y Ana Maria Andrade (fotógrafa); además, miembros del Equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México, acompañados, esta vez, por la arquitecta-restauradora Karen Anaís Rodríguez y la antropóloga social Lorena Segrove. El 21 se hicieron las del tramo siguiente hasta el monumento del Águila en el parque Venustiano Carranza del municipio de Fortín, a pesar de la constante lluvia por tormentas eléctricas que han caracterizado el clima de la región esta semana. Por razones de salud, la arquitecta Karen Rodríguez se retiró de la expedición al día siguiente, regresando a Veracruz. El 22 se continuó hasta la carretera afuera de Cuautlapan en el municipio de Ixtaczoquitlán. Un grupo numeroso de fortinenses, entre ellos personal del Ayuntamiento en las áreas de Turismo y Casa de Cultura, la Lic. Minerva Salas Bretón (cronista de Fortín en 2021) y el Lic. Julio García Zacateco (guía certificado de Orizaba), visitó la estación de Fortín y bajó por Fortín Viejo hasta el puente de San Miguel. Después de un largo tramo por la carretera libre a Orizaba, entraron a Cuautlapan por su calzada del Camino Real que aún conserva su empedrado y donde se hicieron estudios. Por la lluvia constante no se pudieron medir y estudiar los tres puentes virreinales que se conservan en la población. Después de visitar la capilla de la virgen de Schoenstatt y llegar a la meta del día, se regresó al barrio de la Cuesta en Cuautlapan para impartir la segunda conferencia de Fortificaciones del Camino Real, programada para esta expedición, organizada por los miembros del Círculo de Lectura del Valle de Cuautlapan. Nuevamente se logró la sinergia y la gran participación del público que, pese a las adversas condiciones climáticas, asistió también viajando desde los municipios vecinos de Orizaba, Fortín, Córdoba y Atoyac. También hicieron acto de presencia varios miembros de la Academia Nacional de Historia y Geografía filial Veracruz, con sede en la ciudad de Orizaba. El 23 se hizo avance hasta la cabecera municipal de Ixtaczoquitlán, pasando por donde estuvo la garita de Escamela, donde aún existe una invaluable lápida de 1803 junto a su puente. Guiados magistralmente por Julio Garcia Zacateco, entraron a Orizaba, donde conocieron numerosos edificios, entre ellos el Panteón de Santa Gertrudis con sus numerosas tumbas de personajes ilustres, arqueología como la Piedra del Gigante y leyendas como la de la Niña del Ángel. Además, los expedicionarios fueron agasajados en el restaurante La Brasa, y en la Librería Biulu de Orizaba se logró concretar una conferencia de Fortificaciones del Camino Real, para el próximo 8 de agosto, aprovechando el viaje del Lic. Mario Gaspar a la Ciudad de México, para participar en el evento anual del Paseo del Pendón, en su calidad de presidente de México Hispano / Héroes de Cavite en México, A. C. Debido a esas visitas y con el clima muy lluvioso, se dejó la conclusión de la etapa de CAMINOS de la expedición para el día siguiente. EL 24 se hizo la segunda jornada de EXPLORACIÓN Y ESTUDIO iniciada el 19 en Sumidero, pues el equipo acompañado por los ingenieros Alfredo Navarro y Armando Lemini de la hidroeléctrica de Rincón Grande, subió 250 metros de terreno escarpado hasta un fortín octogonal en ruinas cuya historia aún se desconoce, en el borde del cerro donde estuvo la cascada del Elefante. Otro equipo de 11 personas, guiado por los brigadistas Hugo Nicolás Altamirano y Carlos Sánchez, subió desde los 500 escalones para ayudar a la investigación del sitio. También se ascendió aún más para documentar una antigua mojonera sobre un montículo. Después de varias horas de trabajo, se regresó bajo la lluvia hasta la iglesia y convento franciscano de San José de Gracia y la Plaza Bicentenario, para conocer las obras de fortificación hechas por los franceses en 1862. Se visitó el Centro Histórico con el Palacio de Hierro y la catedral, antes de volver a Fortín. Hoy 25 se viajó a Córdoba, y desde ahí a la ex hacienda La Capilla, para explorar y estudiar un antiguo horno de cal, invitados por la Dra. Adriana Balmori y su hijo Gustavo. Después de varias horas de trabajo, conociendo también el resto de la hacienda, sus edificios y un puente de dos arcos sobre el río San Antonio, se regresó a Córdoba a celebrar el cumpleaños de Ana Maria Andrade. Junto con una visita al Museo Histórico de Córdoba y otros sitios de interés. Mañana 26 de julio, a primera hora, se viajará al pueblo de Atoyac en el municipio del mismo nombre, para recorrer los túneles ferroviarios, estudiar parapetos y alcantarillas en el camino real, además de impartir a la tercera conferencia de las Fortificaciones del Camino Real a las 6:30 pm, organizada por Foro 53 Dr. Máx en la colonia Cruz Verde. Los expedicionarios gozan de muy buena salud y están muy motivados por los resultados logrados, que incluyen el añadido de dos fortines octogonales completos a su lista de estudio y conferencia, además de establecer vínculos de cooperación con los diversos ayuntamientos, organizaciones culturales y grupos de ciudadanos preocupados por preservar su legado histórico, material para las siguientes generaciones. Incluyendo nuevas conferencias y trabajos de exploración y estudio a futuro. Seguimiento en contacto, pues

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EL PUENTE DE LAS ÁNIMAS SOBRE EL CAMINO REAL VERACRUZ-MÉXICO Y SU TÚNEL SUBTERRÁNEO

Texto/Imagen: L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias El 18 de abril de 1803, el Consulado de Comerciantes de Veracruz inició los trabajos de modernización del Camino Real Viejo que, por el rumbo de La Antigua, se seguía desde 1519 para subir hasta la Ciudad de México. Así como la apertura del camino real Nuevo que, por la región de Paso de Ovejas, garantizaría pasar una región más seca en época de lluvias y en La Ventilla (Puente Nacional), se uniría a la ruta anterior hasta llegar a Perote; donde se enlazaría con la ruta de Puebla. Ese día, dos grupos de trabajadores partieron desde Plan del Río para componer las calzadas y abrir nuevos tramos en los bosques y selvas bajas: uno se dirigió hacia la ciudad amurallada de Veracruz y otro hacia la villa de Xalapa, teniendo como meta unir el camino reparado con las obras que años antes el ayuntamiento xalapaño había realizado en Las Ánimas. Parte de los trabajos que el Consulado de Veracruz desarrolló, fue construir 11 grandes puentes para el cruce del gran río La Antigua y los grandes arroyos menores, afluentes de este río y del de Actopan. Pero también hubo que reparar cuatro puentes de mampostería de piedra que habían sido edificados en el siglo anterior: los dos de Plan del Río que databan de 1758, el del río del Lencero de 1760 y el de Las Ánimas, levantado en la década de 1790 al sur de Xalapa. Este último puente, de un solo arco de pequeñas dimensiones -si se le compara con los otros- se ubicaba sobre el río de fuerte corriente conocido como Santiago o río de Las Ánimas. Esta vía de agua se alimentaba de los arroyos Tatahuicapa y Tenerías, que tenían su origen en el manantial de Techacapan y en la zona de los Berros. Conforme se extendió la mancha urbana y construcciones de Xalapa, recibió más aportes de otras fuentes de agua, así como basura y elementos contaminantes hasta convertirse en un arroyo de aguas residuales. En el siglo XX, la calzada del camino real de Veracruz a México quedó sepultada bajo la carpeta asfáltica de la carretera federal 140 y el puente fue estrechado por los trabajos de ampliación que construyeron el carril de Xalapa a Veracruz. Con ello, quedó totalmente sepultado, fuera de la vista de los habitantes y solo visible si se entra directamente por el lecho del río por el estrecho túnel por donde corren las aguas. LA RELOCALIZACIÓN En 2015 el autor de esta publicación terminó de ubicar y medir los puentes del camino real desde Veracruz hasta Perote, como parte de su proyecto de investigación histórica. Pero en la lista de puentes estaba pendiente el de Las Ánimas. Por ello contactó vía Facebook con el historiador xalapeño Paulo César López Romero, quien respondió: «Estimado. El entorno del puente ha sido tan modificado que no sabría decirte si aún existe. Podría estar «enterrado», sirviendo para estructura hidráulica. O totalmente derrumbado. El puente en cuestión debería estar debajo de un puente peatonal entre la estancia Garnica y la esquina de la calle de acceso al fraccionamiento de «las animas». Una exploración al cauce del río que forma el lago del Fracc. daría la respuesta definitiva.» En uno de sus continuos viajes a Xalapa, avisó a su amigo el técnico dental José Humberto Rodríguez, buen conocedor de la ciudad y sus parajes. Y por la tarde del sábado 17 de mayo de 2015, bajaron al arroyo y se pudo localizar el arco de piedra gracias a que el flash de la cámara del Lic. Mario Gaspar tenia la suficiente potencia para iluminar y captar la estructura desde los 13.20 metros que le separan desde la boca del túnel. Sin embargo, el arroyo tenía suficiente agua para impedir la entrada sin equipo adecuado. En los meses siguientes de 2015 y 2016 regresaron en varias ocasiones con el historiador Paulo César López Romero, el comunicólogo Francisco Marín de Hoyos y el historiador Gustavo Ramos, pero el nivel del agua y la corriente no permitieron aproximarse al arco del puente. Mismo que fue retratado muchas veces y dado a conocer en las redes sociales, no como un hallazgo sino como una aportación más a la historia de Xalapa y del camino real. El 5 de julio de 2020 el Lic. Mario Gaspar conoció al licenciado en turismo Oscar Ortega Gómez durante una excursión por un tramo de la Ruta de Cortés entre Plan del Río y Cerro Gordo. Enterado del trabajo que realizaba, el Lic. Oscar Ortega generosamente ofreció su apoyo con una balsa y el equipo de navegación necesario para ingresar al túnel. En los años anteriores se habían hecho gestiones con diversas personas y organizaciones pero todas quedaron sin respuesta o en la inacción. EXPLORACIÓN Y ESTUDIO El sábado 4 de diciembre de 2021 partió desde la ciudad de Perote la expedición documental CAMINO REAL 2021: DE PEROTE A XALAPA, LA ANTIGUA Y VERACRUZ, que fue organizada, dirigida y guiada por el Lic. Mario Gaspar, con la participación de sus compañeros del equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México (EXESCR). Siguiendo el itinerario trazado, debían caminar 243 kilómetros entre el 4 y 21 de diciembre, siguiendo lo más fielmente posible el sendero del camino real, teniendo varias exploraciones a realizar en las semanas de viaje, para las cuales se equiparon adecuadamente. El jueves 9 de diciembre, se hizo el tramo desde la Catedral Metropolitana de Xalapa hasta el puente peatonal de Las Trancas, pasando por Las Ánimas. Avisados previamente de que se iba a realizar la exploración más importante de esta expedición, la fotógrafa Ana María Andrade Rodríguez y el Lic. Mario Gaspar -los dos expedicionarios que estaban realizando el viaje completo- fueron acompañados por el biólogo Alejandro López Atilano y el L.A.E. Helio Castro González hasta que cerca de las 12:00 PM llegaron al paraje donde está sepultado el puente de Las Ánimas. Ahí les esperaba ya el Lic. Oscar Gómez con una

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UNA DESCRIPCIÓN DE LA BARRANCA DE METLAC EN 1874

Por: Mario Jesús Gaspar Cobarruvias Muchos oficiales franceses que participaron con los contingentes enviados a México, escribieron profusamente en sus Memorias sus vivencias personales a manera de diarios, registrando los grandes eventos y combates donde participaron, y dando sus opiniones del país que estaban conociendo por primera vez. Fueron alrededor de 800 oficiales de infantería y caballería nacidos entre 1795 y 1849, los que vinieron a México entre 1862 y 1864. No todos eran de origen francés; los había austriacos, belgas, húngaros, rumanos, sudaneses entre muchos otros. Uno de ellos, que acompañaba al ejército al mando del general Lorencez en abril de 1862, era el francés Gustave Léon Niox. Él nació el 2 de agosto de 1840 en Provins, y fue hijo de un teniente coronel militar de caballería. Obtuvo una beca para estudiar en el Pritaneo Nacional Militar en 1856. A su salida, en 1861, fue nombrado teniente del 10º Regimiento de infantería. Realizó cursos de capacitación ese mismo año, y poco después, al 2º. Regimiento de Cazadores de África, con quienes se fue a México en marzo de 1862. El 20 de julio de 1911, siendo ya general y encargado del edificio de Los Inválidos, escoltó al ex presidente mexicano Porfirio Díaz hasta la tumba del general Napoleón Bonaparte, a quien el general mexicano admiraba. En 1874 publicó su obra EXPÉDITION DE MEXIQUE, 1861-1867, en la que narró el combate de El Fortín, del día 19 de abril de 1862, donde fue testigo, en su calidad de oficial de caballería. En sus anotaciones describió también la barranca de Villegas, que en ese año ya se conocía también como de Metlac, entre las ciudades veracruzanas de Córdoba y Orizaba: “La Barranca o quebrada de Metlac tiene 100 metros de profundidad; el camino lo cruza haciendo muchas sinuosidades. En México llamamos barrancas a las quebradas con laderas empinadas, más o menos de profundidad, resultado de la acción erosiva de las aguas torrenciales de la estación de lluvias, conmociones geológicas del suelo y, a menudo, también de Tune y el otro causas combinadas. Algunas de estas barrancas son considerables; la de Régla, al norte de La Ciudad de México ofrece los sitios más pintorescos. Las barrancas del Platanar, de Atenquique y Beltrán, que derivan de los Volcanes de Colima, tienen de 1,600 a 1,700 metros de profundidad” (Niox 1874:143) REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Niox, Gustave Léon. Expédition de Mexique, 1861-1867. Librairie Militaire de J. Dumaine, Paris, 1874.

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SANTA MARÍA DE LA ANTIGUA DEL DARIÉN:

LA PRIMERA CIUDAD ESPAÑOLA DE LA AMÉRICA CONTINENTAL Por: Mario Jesús Gaspar Cobarruvias El 20 de julio de 1515, el rey Fernando II de Aragón, otorgó desde la ciudad española de Burgos, a la villa de Santa María de La Antigua del Darién, fundada hacia el 20 de septiembre de 1510 en el istmo de Panamá, la real cédula que le confirió su Título de Ciudad, escudo de armas, y le confirmó también como sede del primer obispado de la América Continental. De esta forma, esta población, que era también la capital de la provincia de Castilla del Oro, se convirtió en la quinceava ciudad hispanoamericana reconocida jurídicamente por la corona española, así como el primer cabildo dotado de ayuntamiento (edificio de sesiones) y municipio (territorio) de la América Continental; nueve años antes de la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz, hacia el 20 de mayo de 1519. El poblamiento europeo de la América Continental comenzó en la costa norte de Venezuela entre 1500 y 1503, extendiéndose hacia Colombia y la franja del istmo de Panamá hasta 1522. Simultáneamente avanzó en las islas de Cuba y Jamaica, entre 1510 y 1520. Desembocando, finalmente, en la Nueva España a partir de 1519, en que la presencia europea se volvió permanente hasta nuestros días. LOS ANTECEDENTES En 1502, el almirante Cristóbal Colón llegó a las costas de Veragua, en el istmo de Panamá, teniendo siempre como base de partida la isla de La Española (hoy República Domínicana/Haití), y fundó un asentamiento de existencia breve en las costas del Caribe, llamado Belén, que fue destruido por los nativos de la región. Otros emplazamientos en tierra firme del continente, y anteriores a Santa María la Antigua del Darién, fueron el poblado de Nombre de Dios, levantado por Diego de Nicuesa durante su gobernación de Veragua, y el de Santa Cruz, levantado por Alonso de Ojeda durante sus exploraciones en Venezuela, en la efímera gobernación de Coquivacoa, hoy la Guajira, y que duró sólo tres meses. Existió también el fuerte llamado San Sebastián de Urabá, fundado también por Ojeda en el actual territorio de Colombia, y que rápidamente fue abandonado para buscar su traslado a otro lugar más seguro. Ojeda, había partido de regreso a Santo Domingo debido a que la situación se había tornado insostenible en el fuerte de San Sebastián, primer intento de los españoles para establecer una base en la costa Caribe del continente; la zona muy belicosa y malsana. Y de los 300 exploradores iniciales que había llevado Ojeda, quedaban solamente 42 sobrevivientes. El mando de San Sebastián le fue encomendado a Francisco Pizarro, quien debía resistir durante cincuenta días hasta que Ojeda volviera, cosa que nunca sucedió. Como comandante quedó entonces Martín Fernández de Enciso, quien había llegado con algunos refuerzos para tratar de salvar la situación. Fue entonces cuando Vasco Núñez de Balboa sugirió que la población del fuerte se trasladara al oeste del Golfo de Urabá, territorio que conocía por haberlo explorado desde 1501, por ser las tierras más fértiles y menos peligrosas. Al llegar a esa nueva región, los españoles se encontraron con el cacique Cémaco, y hubo fuerte resistencia por parte de los indígenas. Los españoles prometieron entonces a la Virgen de la Antigua, venerada en la ciudad española de Sevilla, que de salir triunfantes en la batalla darían su nombre a la nueva población que querían fundar. También acordaron enviar un romero a Sevilla con joyas y alhajas cuando la situación se enderezase. Es de señalar que esta referencia a la Virgen de La Antigua, en nada se relaciona con el nombre del pueblo veracruzano de La Antigua, pues en este caso y, según la costumbre española, refiere a su mayor antigüedad de 75 años, precediendo a la Nueva Veracruz (hoy ciudad de Veracruz) fundada en 1600. PRIMERA CIUDAD Y PRIMER CABILDO Tras poner en fuga a los indígenas, los españoles convirtieron la choza mayor del poblado en una rústica iglesia, que más tarde sería de mampostería. Este edificio dedicado a la Virgen de La Antigua, sería la primera iglesia de la América Continental, siendo la primera de todo el continente la iglesia principal de la ciudad de Santo Domingo en la isla de La Española (hoy República Dominicana). Inicialmente, el bachiller Martín Fernández de Enciso asumió el cargo de alcalde mayor en virtud de órdenes de las que decía ser acreditado, pero que había perdido en un naufragio. La nueva población fundada hacia el 20 de septiembre de 1510, después de la victoria sobre el cacique Cémaco, se llamó inicialmente La Guardia, y no tuvo fundación formal con acto protocolario y notario, pero fue reconocida ampliamente y sin objeciones por la corona española. El escaso tacto e intolerancia de Enciso para con los soldados, propició que fuera reemplazado por Balboa, y éste convocó en noviembre de 1510 a un cabildo abierto de los vecinos para elegir autoridades. De esta forma, por aclamación popular, Balboa y Benito Palazuelos fueron designados como los dos alcaldes ordinarios, con Juan Valdivia y Diego Albítez como regidores y Bartolomé Hurtado como alguacil. Palazuelos sería sustituido al poco tiempo por Martín Zamudio como alcalde ordinario. Con el paso del tiempo, Balboa ascendería también a los cargos de alcalde mayor, y más tarde a gobernador de la naciente provincia del Darién. Mediante la autoridad que le confirió el nuevo cabildo, rebautizó a la población como Santa María de La Antigua del Darién, y se le considera su verdadero fundador, por encima de Martín Fernández de Enciso. Este cabildo darienita, fue el primero de la América Continental, y, por su forma de actuar, si bien era ilegal para la corona española al carecer de autorización para poblar por parte del virrey Diego Colón, constituyó el primer acto de gobierno democrático en tierra firme. La fundación de La Antigua del Darién tuvo mucho paralelismo con la que Cortés hizo en la Villa Rica de la Vera Cruz, y la experiencia en tierras panameñas fue provechosa para los soldados que,

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ANTONIO DE TORRES, EL PRIMER ALCALDE DEL CONTINENTE AMERICANO

Por: L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias En México, y en especial en el Estado de Veracruz, es todavía creencia que el primer cabildo o ayuntamiento de América se fundó con la expedición del capitán general extremeño Hernán Cortés hacia el 20 de mayo de 1519, en los arenales frente al islote de San Juan de Ulúa. Sin embargo, dos hechos irrefutables se contraponen a esta creencia que, aún hoy en día, en pleno siglo XXI, es repetida e incluso utilizada como lema de gobierno y de campaña electoral en este país. La primera es que los españoles, al mando del Almirante Cristóbal Colón, arribaron desde 1492 al continente americano, abordándolo por sus islas del Mar Caribe, trayendo consigo, no sólo barcos, armas de fuego, caballos y frutos, sino también las diversas instituciones que formaban parte y regían su vida cotidiana en la península Ibérica, destacando dos de ellas que permitieron la rápida expansión de la presencia europea y su llegada a tierras mesoamericanas en 1519: la iglesia y el cabildo. La iglesia dirigía la directriz primaria suprema, que era la evangelización de los distintos pueblos que se iban encontrando en el avance por el Nuevo Mundo, conforme a las creencias que se tenían en el siglo XVI, en una sociedad que apenas estaba saliendo de la Edad Media hacia el espíritu más abierto en ideas del Renacimiento. Pero esa labor fundamental hubiera sido imposible sin la acción gubernamental del cabildo, cuya función era implantar la autoridad de la corona de Castilla en tierras tan lejanas, y, a la vez, representar los intereses de los vecinos que hicieron la travesía interoceánica. Así, se evitaba la propagación de la anarquía en las nuevas tierras descubiertas, al llevar las instituciones encargadas de regir e impartir justicia que ya funcionaban desde siglos antes en los reinos cristianos. De no ser así, se corría el riesgo de que los alzados, a largo plazo, enajenaran territorios que eran reconocidos en Europa como parte del imperio español. Una armada como la de Cortés, con 11 naves, con alrededor de 600 combatientes y 200 auxiliares africanos e indígenas, organizada en la isla de Cuba y no en España, procedía de un territorio previamente sometido por los españoles, con un orden jurídico bien establecido en pueblos y ciudades. Cortés arribó al Nuevo Mundo en el año de 1504, y fue recibido en la isla de La Española (hoy dividida en los países de República Dominicana y Haití) por el gobernador Nicolás de Ovando. Este puesto indicaba la existencia de una jurisdicción territorial entera con ciudades o villas que se estaban fundando y poblando con gran rapidez; este proceso colonizador se dirigía desde la ciudad de Santo Domingo, fundada en 1502. El 7 de diciembre de 1508, por cédula real del rey Fernando II, trece de esas poblaciones fueron premiadas con el título de ciudad y con el privilegio de poseer escudo de armas: Santo Domingo, Concepción de La Vega, Santiago, Bonao, Buenaventura, Puerto Plata, San Juan, Compostela, Villanueva de Aquino, Verapaz, Salvaleón, Santa Cruz, Puerto Real y Lares de Guanaba. Este hecho refuerza la existencia de numerosos cabildos o ayuntamientos en el Nuevo Mundo, mucho antes que el arribo de Cortés en 1519. Este personaje participó, a partir de 1511, en la conquista de la isla de Cuba, bajo el mando de Diego de Velázquez Cuellar, mismo que llegó a ser teniente de gobernador de la isla. Durante su gestión se fundaron 8 nuevas ciudades, siendo el mismo Cortés fundador de la de Santiago de Cuba y su primer alcalde ordinario. INTEGRACIÓN DE LOS CABILDOS Los cabildos de españoles en América, eran instituciones basadas en el modelo del municipio libre de Castilla. Fueron creados por una adaptación a un nuevo medio de los ayuntamientos medievales de España, que en ocasiones también habían sido llamados cabildos, en similitud con los cabildos eclesiásticos de las iglesias catedrales. El término cabildo proviene del latín capitulum, «a la cabeza». El nombre completo con que se encabezaba cada uno era «Muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de…». Su importancia radicaba en que sus funcionarios electos representaban a los pobladores ante los reyes y altos magistrados, aplicando las leyes, decretos, respetando los derechos y privilegios señalados por la ley, o concedidos por provisiones y cédulas reales. Los cabildos americanos comúnmente convocaban de dos a cuatro regidores en sus inicios, y hasta doce ya bien avanzado el siglo XVI. Ellos elegían a dos alcaldes ordinarios para impartir justicia. El primero de ellos, el alcalde ordinario de primer voto, fue la figura jurídica a partir de la cual se evolucionó, tras diversas transformaciones, ajustes y cambios a lo largo de varios siglos, a la que hoy rige los municipios, y que en países como México se conoce bajo el nombre de presidente o presidenta municipal. Si bien en muchos lugares, en recuerdo de su origen colonial, todavía se le menciona —en forma ya incorrecta— como alcalde o alcaldesa. Un alcalde (del árabe-hispano, alqáḍi o juez) era, y continúa siendo, un cargo público que se encuentra al frente de la administración pública de una población con rango de ciudad o villa. Su función era impartir justicia y la emisión de bandos aprobados por los regidores, regulando la vida pública de los pobladores dentro de su jurisdicción territorial. Al ser electos, el alcalde de primer voto representaba a la nobleza, y el de segundo voto al pueblo común. Por ejemplo, al fundarse el cabildo de la Villa Rica de la Vera Cruz en 1519, se conoce que el joven capitán Alonso Hernández de Portocarrero —que era sobrino del conde de Medellín y hombre de confianza de Cortés— fue elegido alcalde ordinario de primer voto, representando a los hidalgos o nobles de baja categoría que, como el propio Cortés, ejercían el mando militar de la expedición. Y en ausencia, al capitán Francisco de Montejo, representando a los centenares de hombres procedentes de las clases bajas y de los más diversos oficios (campesinos, herreros, comerciantes, carpinteros, etc.). Los alcaldes ordinarios

ANTONIO DE TORRES, EL PRIMER ALCALDE DEL CONTINENTE AMERICANO Leer más »

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