Por: L.C.C. Mario Jesús Gaspar Cobarruvias (Texto e imágenes)
Después del éxito de la EXPEDICIÓN CIENTÍFICA CAMINO REAL 2024 en que el equipo de Exploración y Estudio del Camino Real Veracruz-México (EXESCR) y algunos invitados, recorrieron bajo mi guía y dirección el tramo que cruza los municipios de Amatlán de los Reyes, Córdoba, Fortín, Ixtaczoquitlán y Orizaba entre el 20 y 25 de julio del presente año. Además de hacer trabajo especial en el pueblo de Sumidero el 19, y en Atoyac el 26 y 27; incluyendo 3 conferencias de LAS FORTIFICACIONES DEL CAMINO REAL DE VERACRUZ A MÉXICO POR LA RUTA DE CÓRDOBA Y ORIZABA que se realizaron con muy buen resultado en Sumidero, Cuautlapan y Atoyac, proseguimos con el programa de actividades trazado para este año en mi calidad de director del equipo EXESCR, y de actual presidente de la asociación cultural MÉXICO HISPANO/HÉROES DE CAVITE EN MÉXICO.
De esta forma, solo tuve 10 días para medio descansar de esa expedición de 9 días fuera de Veracruz, procesar algunos datos de la expedición, hacer el trabajo de difusión en México y otros países, actualizar la conferencia de fortificaciones, realizar actividades con MÉXICO HISPANO, A. C. y PROFESIONALES POR MÉXICO, A.P.N. donde represento a las ciudades de Veracruz y Boca del Río, y organizar mi siguiente viaje fuera de Veracruz; ya que la parte más difícil de todo triunfo en batalla no es el inicio, sino mantenerlo vigente el mayor tiempo posible, para que no se agote enseguida por sí mismo.
Diseñé un viaje de trabajo de 6 días, combinando las actividades de exploración y estudio en sincronía con impartir conferencias y apoyar a los miembros y amigos de los colectivos donde participo o están desarrollando actividades culturales y de preservación del patrimonio histórico. Después de 15 años dedicado a esto, sé que la aventura y el placer de viajar, conocer nuevos lugares, personas y comer cosas nuevas vienen implícitos, pues según mi propia naturaleza de Capricornio nacido bajo el ascendente de Libra, y la educación que me dieron mis señores padres, primero está el deber y después el placer. Aunque este último suele ser bastante subjetivo en su definición, y si uno trabaja en lo que gusta e incluso apasiona hacer, el deber se vuelve placentero y mucho más tolerable en sus dificultades.
Para este viaje llevé a mantenimiento las botas de seguridad que hace 5 años me obsequiara mi buen amigo Juan José Fernández Segovia del pueblo de Tolome, que me gustan porque son exactamente de mi talla y porque ya están bien domadas por muchísimo kilometraje. Las restauraron completamente y les reforzaron las suelas, quedando casi como nuevas. Con ellas hice las dos Rutas de Cortés en 2019 y muchas otras expediciones, dándoles un descanso en 2023. En cuanto pueda iré a Xalapa o Naolinco a proveerme de un nuevo par de botas de caña alta para senderismo, ya que este año y el próximo serán de muchísima acción y caminar por todo tipo de terreno.
Me enfundé en un overol negro que lleva en la espalda muy vistoso en amarillo dorado (mi color predilecto) el logo de EMGAS (Empresa Mexicana de Gas) y que adquirí para la expedición del camino real, pero que en último momento reemplacé por uno azul que me da mayor movilidad. Como en este viaje alternaría mucho más lo académico con el trabajo de campo, decidí llevármelo puesto y dejar en la maleta 2 overoles azules, aprovechando que viajaría con más capacidad. En mi pecho coloqué las insignias del equipo EXESCR, de HÉROES DE CAVITE y de MÉXICO HISPANO, que son, junto con PROFESIONALES POR MÉXICO, los tres colectivos donde tengo puesto de responsabilidad directa.
DÍA 1. 7 DE AGOSTO
Según mi costumbre de partir con tiempo suficiente por si hubiesen impedimentos graves que afrontar, partí de Veracruz a las 7:45 AM para arribar a la ciudad de Córdoba hacia las 9:30 AM, y enseguida, en taxi, viajar hasta el pueblo de Sumidero en el municipio de Ixtaczoquitlán y después arribaría a la ciudad de Orizaba para alojarme y pasar la noche. Uno de esos impedimentos fue que esta vez viajé con más carga de equipo: la ropa y documentos en la maleta móvil de viaje y el equipo de exploración e instrumental en mi mochila de ataque, junto con mi vara de caminante que ya cumplió 6 años y más de 1.000 kilómetros de recorrido a mi servicio. Mi maleta después de 14 años de servicio, finalmente venció sus materiales y perdió sus ruedas en el viaje a la terminal. No obstante, resolví reemplazarla en cuanto me fuera posible y, por ello, para no dañarla más arrastrándola por el pavimento, determiné usar taxis para moverme rápidamente hasta llegar a Orizaba.
Después de un viaje tranquilo y con poco tráfico por la siempre problemática carretera federal entre Fortín y Sumidero, cruzando la barranca de Metlac, arribé al primer punto de mi viaje. Gracias a la buena comunicación y disposición de mi amigo Edgar Gallardo, quien dirige el grupo SUMIDERO MÁGICO, y del agente municipal Raúl Paz, ya tenía el permiso para ir a hacer las mediciones de uno de los dos fortines de traza arquitectónica octogonal que encontramos durante la pasada expedición del Camino Real. Se localiza en el centro del pueblo. Me decía Edgar que en el pueblo se sabe que anteriormente fue un fortín y cuartel militar durante la época del Porfiriato (1876-1911), y tienen una fotografía del mismo en el siglo XX, cuando la urbanización aún no lo rodeaba. Después fue escuela y ahora aloja la Clínica Rural del IMSS.
Esta vez viajé solo, sin mi querida amiga Ana María Andrade Rodríguez, quien es la fotógrafa del equipo EXESCR y mi asistente en las diversas actividades que realizamos. Fue mi estudiante de fotografía en los diversos cursos TÉCNICA Y ARTE que impartí entre 2011 y 2015, y desde 2012 para ir agarrando experiencia como fotógrafa, me comenzó a acompañar en las innumerables misiones de exploración, estudio, conferencias, expediciones, etcétera, que realicé en el Camino Real de Veracruz a Xalapa y Perote entre 2012 y 2022. Después de 12 años de trabajar juntos, ella ya sabe mi estilo y me complementa muy bien en el trabajo de campo y de difusión, mientras yo dirijo en la vanguardia, ella cuida la retaguardia y soluciona los problemas que surgen.
Recién llegado a Sumidero, procedí a comer una torta de pierna y para hacer tiempo, mientras esperaba a los amigos de Orizaba que me iban a ayudar en la labor dentro del fortín, pasé a desayunar más en regla huevos con jamón en una pequeña cocina económica de la calle Emiliano Zapata, cuya dueña muy amable me permitió dejar mi maleta mientras iba a realizar el trabajo al fortín. Por mi educación, forma natural de ser que tiende a la sencillez y hasta lo estoico, así como por mi trabajo de explorador histórico, no soy exigente ni delicado con la comida, soy un omnívoro y devoro prácticamente cualquier cosa, ya sea que se trate de carnes que de vegetales. De esta forma, disfruto por igual de comer cómodamente sabrosos y costosos platillos en restaurantes de lujo con presidentes, gobernadores, académicos y empresarios, que en fondas, cocinas económicas y puestos callejeros con gente humilde, campesinos e incluso con mendigos y perros sin casa sentado en el suelo frío y duro con una tortilla, una tuna pelada o un pedazo de pan en la mano.
Ya que el primer deber que tiene un ser humano para consigo mismo y la sociedad a la que pertenece, es adaptarse al medio y al planeta donde nació y sobrevivir lo mejor posible, sin convertirse en una carga o un fastidio para los demás. Gracias a esta disciplina de vida, he logrado sobrevivir a incontables infortunios y aventuras, muchísimas cosas de la vida cotidiana que enloquecen a los demás para mi son insignificancias, sin que ello signifique la ausencia de refinamiento y buen gusto, sino la existencia de un firme sentido de la realidad en que se vive y que una vez conocida y experimentada, se puede cambiar a favor con plena conciencia y constituyendo por tanto, un camino más a la sabiduría y trascendencia.
Ya confirmado que los amigos no se presentarían, me puse en camino solo con la mochila de ataque y ya autorizado por la Dra. Lily Olmos, a las 11:25 AM me puse a trabajar realizando las mediciones en la planta alta y en medio de multitud de objetos, ya que el sitio se usa como bodega. Después trabajé en la planta alta y por lo pronto, solo mencionaré de momento que se trata de un polígono ligeramente irregular de 6 metros de altura, 8 lados con un perímetro de 12.19 metros, un poco menor que el del fortín octogonal que estudiamos el 24 de julio en el cerro arriba de la presa Santa Gertrudis frente a Orizaba, que es de 12.98 metros. No tiene aspilleras para disparar fusiles (es posible que las tuviera y estén tapiadas) sino 4 ventanas de arco de medio punto rebajado orientadas en casi eje de suroeste a noreste y de noroeste a sureste en los 4 lados de menor longitud. Se le han hecho muchos añadidos en el exterior y remodelaciones en el interior, se halla en muy buen estado de conservación y completo. Es muy posible que haya sido uno de esos edificios civiles que por alguna razón fue militarizado y remodelado para cumplir funciones defensivas y de vigilancia, en este caso de la estación y vía del Ferrocarril Mexicano que se localizan a solo 145 metros al sureste y constituían parte del importante paso y cruce de la barranca del Metlac, cuyo borde está a 979 metros al este del fortín. Aún hay mucho que investigar sobre su historia.
Terminé de trabajar a las 12:48 PM y después de convivir un rato con los trabajadores y el personal de la clínica que me atendieron muy gentiles, informé a Edgar de lo realizado y muy feliz visité la estación del ferrocarril del Sumidero, que se halla en bastante buen estado de conservación y un día podría ser utilizada como museo del pueblo. Regresé por mi maleta y con tan buena suerte que un taxista estaba almorzando en el sitio y contraté sus servicios para llevarme hasta el Foro Niebla, donde me esperaba mi buen amigo el Lic. Julio García Zacateco, guía de turistas certificado en Orizaba y la región de las Altas Montañas.
El viaje entre Sumidero y Orizaba duró una media hora y fue muy agradable conversando con el conductor. Hacia las 1:45 PM llegamos a la antigua casona del siglo XVIII que en su planta baja aloja al Foro Niebla, sitio de exposiciones, conferencias, teatro, conciertos cursos y talleres en la rica vida cultural de Orizaba. Y en la planta alta un hermoso hostal atendido por mi ahora amigo Luis Orea, que atiende y da apoyo a los artistas, quienes dejan a veces una obra para ornamentar las paredes. Esperemos un día poder exponer mi producción plástica en Orizaba y dejar una en este sitio donde Julio gestionó no solo mi alojamiento con el Lic. Roger Antonio Velázquez Silva (presidente para la Red Internacional para la Cultura y las Artes, A. C.), sino que fuera el sitio donde diera mi conferencia sobre fortificaciones del camino real que había sido programada inicialmente para el 8 de agosto en la Librería Biulú y que por causas diversas se hubiera cancelado. Gracias a sus rápidas gestiones, Julio logró que mi primera conferencia en Orizaba se impartiera ahora en el excelente espacio del Foro Niebla y ambos invitamos a todas las personas que conocemos en la región, obteniendo muy buena respuesta.
Después de alojarme y darme un tour por el sitio, el buen Julio me acompañó al cercano centro de Orizaba, ya que el Foro Niebla se localiza en la calle Sur 11 a solo 4 cuadras de la Calle Real, que fuera el camino real de Veracruz a México dentro de Orizaba. Me ayudó a encontrar un gran local establecido por la comunidad china y donde con un sorpresivo 50% de descuento, adquirí una nueva maleta móvil con 4 ruedas del mismo tamaño que la que traía desde Veracruz pero más ligera de peso.
Me mostró varios edificios históricos y prometió darme un tour por el centro de Orizaba al día siguiente, ya que la conferencia de fortificaciones sería hasta las 6:00 PM. A nuestro paso para recorrer el interior del Archivo Municipal de Orizaba, compré el libro ORIZABA ALGO DE AYER escrito por el Dr. José Romero Güereña y publicado en octubre de 1996, para «rescatar espontáneamente el sentido de vivir en una ciudad mexicana y renovar la tradición de conocer cada rincón y el porque de muchas cosas» expresa la contraportada. Leer mucho es uno de los hábitos que heredé de mis padres y que me ha sido en extremo útil para cultivarme, hallar respuestas y formular preguntas trascendentes a lo largo de mi vida, ya sea que lo haga en impreso o en el PDF de una pantalla.
Él se fue a un curso para turistas que está tomando con valor curricular y algo especial que celebrar para él, y yo me retiré a descansar después de comprar algo para comer en la habitación. Hice el cambio de cosas entre ambas maletas, me di un revitalizante baño de agua caliente y como la tarde estaba muy fresca, me retiré a descansar, instalé mi extensión eléctrica y puse a cargar mis dos celulares, mi cámara fotográfica Nikon Coolpix P600 y los dos apuntadores láser para la conferencia del día siguiente. Me di tiempo de leer un poco el libro que compré sobre Orizaba y dar gracias a Dios nuestro Señor por otorgar sus dones, maravillas y bendiciones para con este humilde hijo suyo viajando tan lejos de su hogar.
Contesté mensajes por Facebook y Whatsapp, me reporté con quienes estaban enterados y dando seguimiento a mi travesía y muerto de la risa y muy empático además, envié directamente a la porra a otra más de esas personas que les molesta que documente o suba fotos de la comida que voy probando durante mis viajes, porque se creen con derecho a decirme que publicar o no bajo los pretextos (bastante subjetivos y por ello me causan gracia) de «que estoy haciendo ostentación de mi riqueza» (si unas picadas de salsa roja que cuestan unos proletarios $ 10.00 MX cada una (menos de un euro o un dólar estadounidense en 2024) es riqueza, me declaro culpable, porque saben riquísimas, jejeje), «porque hay gente en el mundo que no tiene que comer» (Y siempre la habrá junto con otras especies que conviven con la humanidad como perritos, gatitos, pececitos y loritos, además. Yo he pasado por años malos en que la comida no ha sido abundante pero no he hecho de mi ayuno una imposición a las libertades ajenas, es más, a veces con lo poco que he tenido he compartido con otros menos afortunados y gracias a Dios, si no les he llenado el estomago, al menos les he dado un alivio) o que «hay estudios que demuestran que hacer eso es buscar atención y aprobación de los demás, miedo a perderse algo, proyectar una imagen positiva de sí mismo, no ser empático, la necesidad de conectarse con otros y la comparación social…», etcétera, etcétera, etcétera.
Les faltó decir que desde que se inventó la escritura hace varios milenios atrás, hay otros estudios que demuestran que millones de viajeros famosos y anónimos han registrado y compartido lo que comen en sus diarios y crónicas, sirviendo esa información como fuente de datos históricos para los chefs y cocineros con iniciativa, restauranteros y el siempre inquieto sector turístico y el gremio de exploradores. Ese material no solo retrata una de las partes más valiosas de la vida cotidiana de la sociedad humana, sino que en ocasiones ha servido como guía para viajeros inexpertos e incluso han salvado vidas). Yo en mi caso ocasionalmente publico fotos de comida por el puro de gusto de compartir con el resto de la humanidad mis vivencias (así como me las comparten a mi) en mis viajes y andanzas por aquí y por allá, si a alguien le sirve saber que se puede comer en determinado sitio por mis imágenes, yo muy feliz estoy de ayudarle y si la vista les produce un placer estético-gastronómico o les da más hambrita a esa lombriz tragona que todos tenemos y de la que algunos hipócritas reniegan tener, lo estaré muchísimo más, jejeje (así ayudaré al menos a combatir la anorexia y la anemia por falta de ganas de cargar al cuerpo su ración de vitaminas, carbohidratos y proteínas, además de ayudar a mover la economía y mantener los tan necesitados puestos de trabajo aunque no me den una comisión ni siquiera las gracias.
Con todos los preparativos del viaje, apenas traía 4 horas de sueño y estaba en actividad desde las 4:00 AM del día, por lo que no tardé en dormir profundamente, soñando muy feliz con estrellas y un gran cometa brillando en el cielo.
DÍA 2. 8 DE AGOSTO
Quedé de verme con Julio a las 10:00 AM para seguir conociendo Orizaba, una de las ciudades más hermosas que he conocido, así que me levanté a las 7:30 AM después de un viaje de ensueño hacia la Galaxia de Andrómeda entre las 2 y 7:00 AM, que tuve que dejar para ocuparme de asuntos más terráqueos y mundanos. Me habían dicho que hacia las 6 o 7:00 AM desde la terraza del hostal se veía una excelente panorámica del Pico de Orizaba, pero tan bueno fue mi sueño y tan pesado mi cansancio, que me olvidé de eso por estar roncando como una marmota (aunque en la práctica no ronco ni me parezco en nada a ese archirecontra famoso mamífero que hasta admiradores y sitios web tiene en su honor ¿Por qué será?).
Después del baño, mordisqueé una barra de chocolate para mantener ocupada a mi lombriz y habiéndome avisado mi amigo que llegaría con bastante retraso, me dediqué a visitar la parte baja del Foro Niebla, donde el día anterior Julio me mostró una nutrida exposición de litografías monocromáticas que nacieron durante el periodo de la Segunda Intervención Francesa en México (1862-1867). Cuando los oficiales, soldados e ingenieros extranjeros tomaban bocetos de los sitios, combates y edificios que su tropa iba ocupando conforme se adentraban en el territorio veracruzano por las rutas de Córdoba-Orizaba y Xalapa-Perote, los enviaban a las revistas y periódicos de Francia. Ahí artistas los copiaban para hacer litografías y grabados que después esos medios de comunicación publicaban para ilustrar las noticias que les llegaban de la campaña en México.
Muchas de esas imágenes ya las conocía pues estudio ese periodo de la historia en sus facetas social, arquitectónica, jurídica y militar desde mi infancia, pero había otras que eran nuevas y que fueron de interés para mi como material de análisis y testimonio del punto de vista francés (ya que no tienen exactitud fotográfica de lo que representan sino son más bien para expresar emociones conforme al espíritu del movimiento cultural, artístico y literario del Romanticismo vigente desde finales del siglo XVIII y buena parte del XIX en todas las artes en Europa partiendo desde Alemania e Inglaterra como una reacción contra la ilustración y el neoclasicismo académicos) del México que iban conociendo y muchas veces les asombraba, tan distinto a lo que conocían en Europa. Estas obras realizadas en un periodo en que ya existía pero no estaba tan difundida la tecnología de la cámara fotográfica (presente en México desde 1839), ayudan a veces a documentar como era un edificio o un evento, claro está, siempre con la debida reserva sobre la fidelidad a la realidad. Una muestra de esto último se ve, por ejemplo, en hermosas imágenes que representan paisajes veracruzanos con puentes de arco románico o iglesias con estilo arquitectónico neogótico pero que en la realidad tienen arcos de medio punto y estilos barroco o neoclásico.
Con permiso de la encargada, tomé fotografías de las que me interesaban y que en el futuro cercano verán en mis publicaciones de investigación, referentes a la historia, arquitectura, ingeniería, geografía, flora, fauna, meteorología y otras disciplinas, de las poblaciones del camino real de Veracruz a México por la ruta de Córdoba y Orizaba.
Una vez que llegó Julio, nos fuimos en taxi para ahorrar tiempo, hasta cerca del Museo de Arte del Estado de Veracruz (MAEV, inaugurado el 27 de noviembre de 1992) que conocimos de forma breve durante la expedición del mes anterior. Me invitó a desayunar y después pasamos al Museo a visitar la exposición EL FERROCARRIL MEXICANO, LA PRIMERA RUTA FERROVIARIA DE LA NACIÓN, consistente en una colección de objetos de todo tipo sobre este ferrocarril cuyo primer tramo de 13 kilómetros desde Veracruz al Molino de Viento fue inaugurado el 16 de septiembre de 1850 y cuya línea completa desde Ciudad de México a Veracruz hizo lo mismo el 1 de enero de 1873 con 423.62 kilómetros.
Sería muy largo reseñárselas pero nos comentaron que estará abierta al público varios meses, así que visiten Orizaba y no dejen de visitarla, sobre todo los amantes del «caballo de hierro». La parte que más me gustó fue la que representa al gran puente que cruza la barranca del Metlac y que les comparto en una fotografía.
Después pasamos a la gran sala de ARTISTAS VIAJEROS que era una de las sorpresas que Julio me tenía, sabiendo que además de comunicólogo dedicado a la investigación histórica de archivo y campo, mis botas también transportan a un informático, escritor, fotógrafo, diseñador gráfico y artista audiovisual. En mi temprana juventud estudié la mitad de la carrera de Artes Plásticas (dibujo artístico, pintura y escultura) en la Escuela Municipal de Bellas Artes y en la clase de acuarela, mi profesora me inició en el exquisito arte de viajar a otras poblaciones para captar paisajes, edificios, personas y animales al aire libre, siguiendo la tradición de las escuelas francesa y rusa. Desde entonces realizo lo que hago y solo han cambiado los medios, desde la tabla con papel fabriano y pinceles a la cámara fotográfica y celular. Por tanto en esta sala conocería la obra de otros humanos con mis mismas habilidades y personalidad, separados por siglos de historia.
Sería también largo reseñar las maravillas que vi en esta sala y en la de VERACRUZ EN ESTAMPAS MEXICANAS, donde Julio me mostró la pintura más cara del MAEV: «El cometa de 1882» de José María Velasco iniciada ese año y terminada en 1910. Como pintor y amante de la astronomía no dejé de tomarme la foto con ella (sospecho que mi sueño cometario de la madrugada era un anticipo de encontrarme con esta obra, ya que soy de esos humanos que tienen sueños premonitorios y muchos se han cumplido, dos de ellos me salvaron la vida hace muchos años y uno me permitió descubrir el sufrimiento de una amiga y poderla ayudar). Cualquier descripción que les hiciera de tantas obras sería muy pobre, por eso les recomiendo vayan al MAEV y disfruten a sus anchas recorriendo la belleza de nuestro Estado de Veracruz y México a través de las manos de maestros y conducidos por guías excelentes como mi amigo Julio García Zacateco.
Después pasamos a visitar o ver por fuera un largo número de edificios llenos de historia y placas en sus paredes: el Colegio Preparatorio C. P. O., la iglesia del Calvario, las casas que habitaron Benito Juárez y Agustín de Iturbide a su paso por Orizaba en el siglo XIX, el Teatro de la Llave, el parque municipal, la catedral de San Miguel Arcángel (patrono de Orizaba), el Palacio de Hierro y la Casa de las Leyendas (ex Casa Consistorial) donde volví a encontrarme con la dulce leyenda de «La niña del Ángel», en medio de una representación maravillosa que a Ana María le hubiese gustado ver. Pese a mi experiencia de viajero, me sorprendió el enorme número de museos que existen en Orizaba y la belleza, cuidado y atención que les ponen. Conocí Orizaba por primera vez en 1995 y me pareció una ciudad oscura y poco atractiva; pero esa impresión se ha desvanecido con los avances, dinamismo y vitalidad que existe en la actualidad y que se respira en las avenidas de esta ciudad con gran vocación turística.
En un intermedio, pasamos a probar las tortas de pierna ahumada, que en Orizaba son el equivalente a las famosas tortas de chorizo de Perote, de pollo de Veracruz o de carnitas de suadero de la Ciudad de México.
Después pasamos a la iglesia, cuartel y puente de San Antonio de Padua, por donde bajamos al Paseo del Río (que visité por primera vez en agosto de 2014 antes de la gran inundación) en este punto, para ver los vestigios del gran acueducto que abastecía el Molino de la Marquesa de Sierra Nevada, así como el estrecho puente del marqués que es en realidad parte del acueducto y donde encontramos hermosas turistas norteamericanas más altas que nosotros.
A lo lejos me mostró una torre de vigía y después de unos refrescos bien fríos bien merecidos, llegamos al gran Parque Alameda donde está el monumento al general Ignacio de la Llave que da nombre al Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, del que fue dos veces gobernador en 1855 y 1861-1862. Así como placas al gran cantautor Francisco Gabilondo Soler mejor conocido como «Cri-Cri» y una capsula del tiempo enterrada en 1854.
Con el tiempo agotándose pues debíamos terminar el recorrido a las 4:00 PM para que Julio fuese a sus ocupaciones y yo a comer y prepararme para la conferencia, visitamos el enorme palacio municipal donde pudimos pasar sin ser vigilados, conocí la Sala de Cabildo abierta al público y el hermoso mural «Revolución social» que data de 1926 y es autoría del gran artista mexicano José Clemente Orozco. En el Museo del Palacio Municipal vi numerosas obras de artes referentes a pasajes históricos como la boda de Malinzint y Juan Jaramillo en 1524, los retratos del emperador Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica y numerosos artículos de la vida cotidiana del siglo XX. También estuvimos en la gran sala dedicada a los grandes artistas mexicanos como mi tocayo Mario Moreno «Cantinflas» y la muy hermosa Blanca Estela Pavón Vasconcelos.
Al salir no alcancé a ver a «Cocoten», la mascota de Orizaba y cuya mención siempre me revienta con risa de buen humor desde que me enteré del significado oculto en el nombre del cocodrilito simpaticón, jejeje. Finalizamos el recorrido a las 3:51 PM, cansados y adoloridos de tanto caminar, en la Calle de Pichucalco. Donde está el monumento al «Flaco de oro», quien habitó una casa ahí en 1946 y dedicó la canción «Farolito» a su portera. En unas horas sintetizamos el recorrido que Julio da a sus turistas a lo largo de varios días.
Nos separamos, me regresé en taxi al Foro Niebla, a tiempo para darme un baño, comer algo sustancioso, «ponerme guapo» y planchar mi camisa y traje negro, ya que el público en mi primera conferencia en Orizaba, «la ciudad más barroca del Estado de Veracruz», merecía lo mejor de su ponente. A las 5:30 PM bajé para ayudar a Luis y a Julio a preparar la sala donde sería el evento y probar el equipo electrónico.
El público comenzó a llegar a buena hora y llenó el espacio, fui presentado por Julio que leyó mi semblanza profesional muy abreviada. La convocatoria con cambio de sede del evento funcionó pese a tener solo dos días y se presentaron personas amantes de la historia, académicos y sobre todo, del activísimo sector turístico de Orizaba. Ya que como he mencionado muchas veces, el trabajo que realizo -a veces en equipo y a veces totalmente sólo- no se limita al aspecto puramente académico, sino que tiene diversas aplicaciones para la sociedad, de tal forma que influya en algún grado y la mueva a realizar la participación, inversión y desarrollo en bien de sí misma, de las poblaciones y de quienes participen activamente. En 15 años de trabajo ininterrumpido he visto de todo, lo bueno y malo, pero también hemos tenido éxitos y triunfos que demuestran que sí es posible. Entre las áreas que se relacionan con esta clase de trabajo están la educación, la cultura, el turismo y las artes, así como sectores especializados para el cuidado del medio ambiente, la preservación del patrimonio histórico, los caminos antiguos y los museos. A veces es una tarea titánica para una sola persona o un grupo pequeño ¿Pero qué cosa que realmente valga la pena realizar está exenta de dificultades, penalidades y hasta sufrimientos?
Para esta conferencia fueron invitados especialmente los miembros de los sectores académico, empresarial y turístico, así como amigos que nos acompañaron en la expedición del mes anterior. Entre ellos asistieron miembros de la Red de Turismo Montaña, Sol y Niebla, A. C. Siempre que es posible, se invita a los presidentes municipales y miembros de sus ayuntamientos, especialmente los de Casa de Cultura, Educación y Turismo, que son los que desde sus haberes pueden aprovechar mejor la información. Y desde luego, tan importantes como los anteriores, son las personas que integran los numerosos grupos, fundaciones y asociaciones culturales que dan vida a la artes, cultura y folklore a nivel del pueblo sencillo.
Los edificios militares o civiles militarizados no son un tema que compete solo a un público especializado, académico o de elite, ya que forman parte de la identidad y orgullo de las poblaciones donde se localizan (como Fortín y Paso del Macho). Es algo que interesa a todos los sectores de la población, que lo enfoca desde diversas perspectivas: el guía que necesita nuevos itinerarios de interés, el cronista que recopila la historia local, el vendedor de artesanías o comida que necesita consumidores, el artista que busca fuentes de inspiración, los maestros que llevan a los niños y les enseñan valores cívicos, los arquitectos que buscan trabajo restaurando, los escritores que recogen las leyendas, el padre de familia que lleva a sus hijos el fin de semana a pasear, los empresarios que pueden invertir, los científicos que pueden hacer estudios, los ayuntamientos que pueden organizar ferias y eventos conmemorativos, etcétera.
Mi conferencia LAS FORTIFICACIONES DEL CAMINO REAL DE VERACRUZ A MÉXICO POR LA RUTA DE CÓRDOBA Y ORIZABA que di esta vez, es la tercera edición y la sexta ocasión que la presento desde el 4 de octubre de 2023, que solo mostraba 7 fortificaciones conocidas. Actualizada con los resultados de la EXPEDICIÓN CIENTÍFICA CAMINO REAL 2024, se ahora presentan y explican 12, dos de las cuales fueron estudiadas por primera vez por nosotros este año. La primera edición la he impartido en Fortín y Chocamán en octubre de 2023, la segunda en Sumidero, Cuautlapan y Atoyac en julio de 2024 y esta tercera, en Orizaba y Paso del Macho. Con una cuarta edición espero presentarla en un futuro cercano en las ciudades de Córdoba, Soledad de Doblado y Veracruz, completando el circuito completo de la ruta.
Iniciamos explicando que la actividad de la fortificación responde al impulso biológico humano de búsqueda de seguridad desde hace millones de años y se hace patente en edificios robustos desde hace casi 10.000 años en todos los continentes del planeta. Para nuestra región y por el historial de edificios que tenemos, me centré en el periodo de inicios del siglo XIX, que tipos de fortificaciones existían (ciudades amuralladas, fortalezas abaluartadas, fortines, baterías de cañones, polvorines, etcétera) en la Provincia de Veracruz (de la costa del Golfo de México hasta Perote al norte y Orizaba al sur), cruzada por dos grandes caminos reales (por Xalapa-Perote y Córdoba-Orizaba), que su vez se subdividían en caminos construidos en el siglo XVI (de Veracruz a La Antigua-Rinconada-Plan del Río y de Medellín a Jamapa-Cotaxtla-San Lorenzo de los Negros) y en el XIX (Veracruz-Santa Fe-Paso de Ovejas-La Ventilla y Veracruz-Tejería-La Soledad-Paso del Macho-Atoyac-Peñuela) que se unían al sur de Huamantla formando una sola ruta hacia la Ciudad de México.
Explicado esto, paso a referirme a los 12 edificios de mi ponencia: el Torreón del Molino que es lo que sobrevive de un molino de viento construido en la primera mitad del siglo XVIII, el fortín de Soledad de Doblado y su garita del camino real construidos en 1819 por Antonio López de Santa Anna, el fuerte de Paso del Macho que data de 1818 para custodiar el puente del río del mismo nombre, el fortín del Cerro del Chiquihuite constituido al parecer por un extenso sistema de fortificaciones pequeñas, la garita del puente del río Chiquihuite para controlar la subida del camino desde Veracruz, el fortín de la barranca de Villegas hecho en 1816 y cuyos vestigios están en Fortín Viejo, el fortín de Monte Blanco cubierto por la maleza y posiblemente con cimientos de obras insurgentes de 1816, el fortín de Ixtaczoquitlán con sus aspilleras de origen posiblemente francés, el fortín del Sumidero con su planta octogonal recién medida, el ex convento de San José de Gracia con sus aspilleras rectangulares abiertas por los franceses entre 1862 y 1863, el fortín del Cerro del Borrego construido por Hermenegildo Galeana en 1812 y el recién estudiado fortín octogonal del cerro arriba de la presa Santa Gertrudis.
Conforme avancen nuestras expediciones de exploración y estudio, seguramente irán apareciendo más y más fortificaciones relacionadas con los caminos reales de Veracruz a México o las rutas que desde otras poblaciones importantes se conectaban con el. Mientras seguiremos difundiendo este conocimiento en las ciudades y pueblos.
Al finalizar recibí un colorido reconocimiento por parte de Julio a nombre del Lic. Roger Velázquez Silva y se generó una muy animada sesión de preguntas y respuestas, donde tuve el gusto de volver a ver al M.V.Z. Emilio Zilli Debenardi, quien fue mi vicerrector cuando estudié la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Veracruzana, campus Mocambo, juntos recordamos esos tiempos en que realizamos ideas y proyectos para el bien de la comunidad universitaria, me sorprendió mencionando el seguimiento que le han dado a mi trabajo en todos estos años. Hubo especialmente interés de los señores Juan Francisco Peralta Rivera y Gaspar García Gasperin, de la Red de Altas Montañas y al enterarse de que en unos días presentaría la conferencia en el cabildo de Paso del Macho, me prometieron asistir también. Les pedí que llevaran propuestas dado que se está haciendo obra alrededor del fuerte y para ver en que se podía ayudarle, ya que su estado de conservación es cada vez más precario. Por lo demás, los caminos reales en el Estado de Veracruz prometen mucho como rutas culturales y turísticas, hay espacio para todos y es un sueño que ha estado flotando en el aire desde hace más de 50 años, no habiéndose realizado por las discordias entre partidos políticos y municipios, la sobreexplotación de algunos sitios turísticos, la inseguridad, la destrucción de buena parte de los vestigios, caminos y edificios, la apatía e ignorancia por las autoridades locales y estatales, mucha charlatanería y afanes de protagonismos, la falta de museos e inversión inteligente en los mismos. entre otros muchos males que le aquejan.
El evento terminó hacia las 9:30 PM, y Julio me entregó el ejemplar fotocopiado que le pedí desde el mes anterior, del gran libro HERENCIA COLONIAL Y MODERNIDAD BURGUESA EN UN ESPACIO URBANO, EL CASO DE ORIZABA EN EL SIGLO XIX, escrito por la doctora en geografía e historia Eulalia Ribera Carbó en 2002. También me acompañó a la terminal ADO, situada a unas cuadras del Foro Niebla, para sacar mi boleto de viaje a la Ciudad de México al día siguiente. Después de ponerme de acuerdo con el representante legal de México Hispano, A. C. para la hora más conveniente de recibirme, realicé ese trámite fijando mi salida a las 2:00 PM del 9 de agosto, compré un par de deliciosos hot dogs con todo su aderezo para recuperar fuerzas, pues soy de esa clase de conferencistas que se entregan a su público y liberan toda su energía en la transmisión del conocimiento.
Después de un baño refrescante, puse a cargar energéticamente todo el equipo. Fuera del percance de la maleta por la mañana anterior, todo salió bien y en el día recibí varias buenas noticias y la confirmación de dos que estaban pendientes. Me retiré a descansar con la satisfacción que da el cumplimiento de los compromisos adquiridos y la satisfacción de haberlo hecho bien, esta vez soñando con una camino flanqueado por espesos bosques y de noche, cruzado en el cielo por la constelación de Sagitario en medio de la Vía Láctea.
En la parte 2 de 3 de esta humilde crónica de viaje, les contaré como fue mi viaje a la capital de México y las actividades que realizamos allá durante el fin de semana. Cuídense mucho y que Dios nuestro Señor les cubra de paz, prosperidad y una vida dichosa según la bondad de vuestros corazones.