¿Cuánto sabes de serpientes? (Parte I)

Por: Dr. Gamaliel Castañeda Herpetólogo de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UJED Cuando hablamos de serpientes, lo primero que la gente piensa es en un animal mayormente desagradable y peligroso. Pero sólo hay parte de verdad en esto, y esa parte se reduce a un 15% de verdad. Dirán ustedes ¿y cómo llega uno a ese número? La parte desagradable es subjetiva, y hay gente a la que simplemente no le gustan las serpientes por temor, fobia o aberración a ellas; o hay gente que no las ven agradables, por desconocimiento. Pero también estamos los que las vemos fascinantes, emocionantes y hasta bonitas. En este sentido, y recurriendo a la historia, las serpientes no gozan de una buena reputación desde la propia cultura bíblica. Aunque es importante destacar que, para muchas culturas, las serpientes son símbolo de prosperidad, de renovación y renacimiento. En lo general, predomina una mala percepción hacia ellas, que puede tener diversas explicaciones… o al menos intento de explicaciones. Es por ello que se considera subjetiva, pues en gran medida depende de las experiencias que hayamos tenido, de la información que hemos recibido sobre ellas y hasta de un posible «recuerdo instintivo» de que posiblemente fueron las depredadoras de nuestros ancestros. La parte de «peligrosas» es justificada, pero sólo parcialmente. Esta idea de que son peligrosas es cierta, pero apenas en un 15% de las especies. Es decir, sólo cerca de 600 especies son consideradas venenosas, de una riqueza total de 4038 especies de serpientes. En México (país que posee el segundo lugar en riqueza de reptiles a nivel mundial, sólo superado por Australia), la riqueza de serpientes asciende aproximadamente a 429 especies. Y se dice aproximadamente pues es frecuente que existan ajustes de acuerdo a la investigación generada día con día. De esta cifra, apenas una cuarta parte son venenosas, y pueden generar un problema mayor si sufrimos una mordedura y. por lo tanto, de un envenenamiento. La cantidad de serpientes consideradas venenosas para México, está en el orden de 109 especies. Las especies que son consideradas de importancia médica (por su daño potencial al cuerpo humano después de una mordedura con inyección de veneno), alcanzan las 76 especies de la familia Viperidae y 16 de la familia Elapidae. La familia Viperidae se distingue por contener serpientes con fosetas (pequeños orificios) localizadas entre los orificios nasales y los ojos. A la vista, parecen serpientes con cuatro narices u orificios nasales. Sin embargo, las fosetas son órganos especializados para percibir el calor, y funciona como un segundo par de ojos que detectan el calor de cualquier superficie, y son especialmente útiles para detectar presas en la oscuridad de la noche. Las víboras de cascabel son algunos de los ejemplares más conocidos de esta familia de serpientes. La familia Elapidae es posiblemente, menos conocida. En este grupo de serpientes se encuentran las famosas serpientes de coral o coralillos. En lo general, son animales con colores vivos y llamativos. Es hasta cierto punto una forma de advertir a sus depredadores que son serpientes venenosas que pueden representar un riesgo si las molestas. Aquí se encuentra también la serpiente marina. Todas ellas contienen venenos altamente tóxicos. Esta familia es un poco más difícil de distinguir a simple vista. El patrón de coloración no es constante y tampoco existen reglas. En realidad, para saber si una serpiente pertenece a esta familia, debemos revisar con cuidado la ausencia de una escama llamada loreal. Esta escama está presente en las culebras o serpientes no venenosas, por lo que, si una serpiente no cuenta con esta escama, entonces estamos hablando de una serpiente venenosa de la familia Elapidae. Esta escama se encuentra en medio de la escama que se ubica detrás del orificio nasal y la escama preocular o delante del ojo. Si entre estas escamas hay una intermedia, entonces ese animal tiene una escama loreal, y por lo tanto, no es venenosa. Las serpientes se distinguen por ser organismos sin patas, sin parpados y por tener cuerpos alargados, delgados y altamente móviles. Algunas otras características comunes de las serpientes son el cuerpo cubierto de escamas, la lengua bífida o partida, la presencia de un solo pulmón y el hecho de que, junto con los mamíferos y las aves, son reptiles que tienen una membrana denominada amnios cuando se encuentran en el huevo o en desarrollo como embrión. Esta membrana fue la que les proveyó de esa posibilidad de colonizar la tierra con mayor libertad y es la que les agrupa en ese gran conglomerado de animales llamados amniotas, donde compartimos el lugar como mamíferos.

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